miércoles, 14 de noviembre de 2012

Resumen bibliográfico: El Arte de la guerra. Por Maureen Blanco


Una estrategia es básicamente un medio para alcanzar un objetivo. Esta definición se puede aplicar en cualquier ámbito de la vida y el marketing no es una excepción. El arte de la guerra es un libro sobre estrategia cuyo autor es Sun Tzu, un victorioso general del siglo VI a.C. quien nació hacia el 544 a.C. en el estado de Qi, uno de los Reinos Combatientes de la historiografía tradicional China. El suyo es el más antiguo de los tratados sobre la guerra, que sentó las bases del pensamiento militar desarrollado en Oriente durante los últimos veinticinco siglos. El texto, en su novena edición por José Ramón Ayllón, cuenta con trece capítulos en los cuales se va desarrollando los aspectos más importantes sobre la estrategia haciendo relación con la guerra en sí y cómo llegar a ser el mejor estratega.

El enfoque estratégico de una empresa es la visión que esta tiene de cómo aplicar una determinada estrategia empleando medios y teniendo presentes restricciones a la hora de aplicarla. Por su parte, el diccionario de la Real Academia Española define “estrategia” como el “Arte de dirigir operaciones militares”. La palabra deriva de la griega “STRATOS” que se traduce como ejército.

De acuerdo con Sun Tzu, la guerra es el camino hacia la supervivencia o la destrucción. El primer capítulo hace referencia a las aproximaciones, en el que señala que la guerra debe ser valorada en término de cinco factores fundamentales: la influencia, las condiciones atmosféricas, el terreno, el mando y la doctrina. Se debe tener conocimiento sobre el entorno, la competencia, los objetivos, y la forma de cómo influir a los demás para la consecución de dichos objetivos. Sun Tzu afirma que dichos factores deben ser conocidos por cada general ya que aquel que los domina gana y aquel que no, es vencido. El segundo capítulo, “la dirección de la guerra” Sun Tzu afirma que lo esencial en la guerra es la victoria, y no las campañas prolongadas. La victoria es el principal objetivo de la guerra. Explica que un ataque puede carecer de ingenio, pero es necesario que se realice con la velocidad del relámpago. De esta forma se podrá ganar la batalla y convertirse en el más fuerte. A continuación, describe la estrategia ofensiva, en la cual lo que es de gran importancia en la guerra es combatir la estrategia del enemigo, combatir sus planes desde el principio. Vale más capturar el ejército enemigo que destruirlo. “Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y, en cien batallas, no correrás jamás peligro” Esto es, la premisa de cualquier estrategia es el conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades y las de nuestra competencia.

Las disposiciones, el cuarto capítulo del texto afirma que se debe tomar ventaja de la falta de preparación del enemigo, atacarlo en el momento más inesperado, evitar su fuerza y castigar su inconsistencia. Por lo tanto cuando se dispone de medios suficientes, lo adecuado es la defensa; cuando se dispone de medios más suficientes, el ataque. Si la empresa no tiene los recursos necesarios no logrará los objetivos que se ha fijado. El quinto capítulo hace referencia a la energía. Sun Tzu dice que en términos generales, mandar a muchas personas es como mandar a unas pocas. Todo es cuestión de organización. Se deben emplear dos tipos de fuerza, la normal y la extraordinaria, la primera se utiliza para trabajar el combate y la segunda para obtener la victoria. Por lo que el verdadero método, cuando hay que mandar hombres, consiste en utilizar al avaro y al tonto, al sabio y al valiente y en dar a cada cual la responsabilidad en las situaciones que le convienen. Es decir, en el momento de asignar tareas, no se les deben confiar tareas que no puedan cumplir, sino, se deben tomar en cuenta las cualidades de cada uno.

Continúa con los puntos débiles y puntos fuertes. En este capítulo afirma que “Un ejército evita la fortaleza y ataca los objetivos más débiles”. Esto significa que los esfuerzos deben concentrarse en donde existen más probabilidades de éxito. Sigue, en el séptimo capítulo, haciendo referencia a la maniobra. Se debe convertir un camino tortuoso en la vía más directa y en cambiar la mala suerte en ventaja. Trata de la estrategia de lo directo y de lo indirecto, se debe sacar ventaja del infortunio. Es decir se debe trazar un plan de acción, tomar un cuenta un plan estratégico para saber cómo avanzar. Asimismo, afirma “No presiones al enemigo hasta acorralarlo…Si saben que no tienen opción se batirán hasta la muerte”. En cualquier negociación hay que dejar a la otra parte una opción de salida, de lo contrario, preferirá perder si con ello daña también a la otra parte. En el octavo capítulo hace mención de las nueve variables en el que hace referencia al buen manejo del grupo y a la consideración de distintas situaciones para la ejecución de las operaciones. Entre estas variables están el camino (dirección a seguir), un ejército (el equipo), una ciudad (el entorno), las órdenes del soberano (la autoridad).

En el noveno capítulo del libro, recalca la importancia de no subestimar al enemigo, y estar prevenidos ante cualquier contingencia. Es decir, no se debe de subestimar a la competencia,  cualquiera que ésta sea ya que podría sorprendernos. Y, a continuación en el décimo capítulo, explica que es necesario conocer el terreno, “Conoce al enemigo, conócete a ti mismo y tu victoria nunca se verá amenazada. Conoce el terreno, conoce las condiciones meteorológicas y tu victoria será total”. Se debe tener conocimiento total del entorno donde opera la empresa, así como de su competencia, condiciones, y especialmente conocer la entidad misma. Igualmente en el capítulo once  describe las nueve clases de terreno, los cuales dependiendo a la utilización de las tropas que permita hacer, el terreno puede ser clasificado en terreno de dispersión, terreno fronterizo, terreno clave, terreno de comunicación, terreno de convergencia, terreno hostil, terreno difícil, terreno cercado y terreno mortal. Describe las estrategias necesarias a utilizar para cada tipo de terreno. En el penúltimo capítulo menciona los métodos para atacar por medio del fuego: quemas a las personas, quemar los almacenes, quemar el material, quemar los arsenales, utilizar proyectiles incendiarios. El fuego se utiliza para sembrar la confusión en el enemigo y así poder atacarle.

Por último, Sun Tzu explica la importancia de conocer la situación de los adversarios. Señala que se debe investigar y estudiar a la oposición. Por lo que la posibilidad de vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios es haciendo uso de dicha información esencial sobre el enemigo. Para ello, se debe contar con personas que conozcan la situación del adversario en cuestión. Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el enemigo.

“Nos interesa saber cómo ganar y también cómo no perder”

Maureen Blanco C.I. 18677891

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